Ingredientes:
º 75 g de avellanas y unos 32 bizcochos
º 150 ml de café negro fuerte
º 30 ml / 2 cucharadas de coñac
º 475 ml de crema para batir fría (chantilly)
º 75 g de azúcar lustre, tamizado
º 150 g de chocolate cobertura negro semidulce, cortado a trozos pequeños
º azúcar lustre y cacao en polvo, para espolvorear
Preparación
Precalentar el horno a 200°C. Esparcir las avellanas por una placa de horno y tostarlas unos 5 minutos hasta que estén doradas. Envolver las avellanas en un paño de cocina limpio y pelarlas cuando todavía estén calientes. Dejarlas enfriar y luego triturarlas.
Forrar un molde para plumcake de 1,2 litros de capacidad con papel transparente de cocina y cortar los bizcochos para que encajen bien en la base y en los lados del molde. Reservar los bizcochos restantes. Mezclar el café con el coñac y sumergir brevemente en esta mixtura los bizcochos. Colocarlos otra vez en el molde, con la parte azucarada hacia abajo.
º 150 ml de café negro fuerte
º 30 ml / 2 cucharadas de coñac
º 475 ml de crema para batir fría (chantilly)
º 75 g de azúcar lustre, tamizado
º 150 g de chocolate cobertura negro semidulce, cortado a trozos pequeños
º azúcar lustre y cacao en polvo, para espolvorear
Preparación
Precalentar el horno a 200°C. Esparcir las avellanas por una placa de horno y tostarlas unos 5 minutos hasta que estén doradas. Envolver las avellanas en un paño de cocina limpio y pelarlas cuando todavía estén calientes. Dejarlas enfriar y luego triturarlas.
Batir la crema de leche con el azúcar lustre hasta que forme picos. Incorporar la mitad del chocolate cortado a trozos en la crema junto con las avellanas. Mezclar haciendo un movimiento en forma de ocho para distribuir chocolate y avellanas de un modo uniforme.
Fundir el chocolate restante en un recipiente puesto sobre una olla con agua hirviendo. Dejar enfriar y luego mezclar con la mixtura de la crema de leche. Echar en la tartera.
Humedecer los restantes bizcochos en la mixtura de café y coñac, sin empaparlos demasiado para no desmoronar el pastel. Colocarlos sobre el relleno. Envolver y meter en el congelador hasta que esté firme.
Retirar del congelador unos 30 minutos antes de servir para permitir que el helado se reblandezca ligeramente. Desmoldar la tarta en una fuente de servir y espolvorearla con azúcar lustre y cacao en polvo.
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